sábado, 14 de febrero de 2015

Sin saldo, pero aún tengo la vida.

Últimamente, me parezco mucho a mi padre, a lo que él era y hacía. Le gustaba la soledad, como a mí; escribir, leer y estudiar, como a mí. No le gustaba la gente, era como si se escondiera para no ser reconocido. La diferencia entre él y yo, es la culpa. Él nunca se sintió culpable de nada o, al menos, eso parecía, yo sí. Él se aislaba por egoísmo, yo por vergüenza. A él no le importaba nada ni nadie y su único objetivo era que sus necesidades básicas fueran cubiertas. Lo exigía como un derecho por haber trabajado duro para obtenerlo. A mí me pasa igual, con una diferencia, yo lo vivo como una obligación. Hacemos lo mismo, pero en lados opuestos y por diferentes motivos. Mi padre murió antes de estar muerto, y yo voy siguiendo el camino. Todo lo que yo creía importante está muerto y enterrado.

No sé lo que voy a hacer, de verdad. Tendría que salir de este aislamiento y volver a comunicarme con la gente, pero aún no estoy preparada. Todavía, al hablar, me sale el dolor y me da vergüenza. Siempre he pensado que era una mujer inteligente, ahora, lo dudo. Mi saldo se ha agotado y ya no me queda nada. Todo lo gasté para sobrevivir.

Me siento como ese preso encarcelado, prácticamente, toda su vida sin ser culpable, y lo dejan en libertad. Al salir no sabe qué hacer con ella, porque le robaron la posibilidad de aprender la habilidad de poder ejercerla (a ser libre se aprende). Ha pasado tanto tiempo, que quienes lo condenaron ya no están y todo lo que conoce y le es familiar, está dentro. Le da más miedo la luz que la oscuridad de su celda. Toda su vida la ha vivido estando muerto. La confianza la ha perdido, también la ilusión y la esperanza- porque cuando se lleva más de 50 años cumpliendo una condena por algo que no has hecho, para sobrevivir, llega un momento en que lo aceptas y asumes que así será el resto de tu vida-. Y, de pronto, se abre la puerta de su celda y le dicen que es libre y no culpable de ningún delito. Entonces, piensa: a quién le pido responsabilidades de lo que me ha sucedido y me han robado  si ya no hay nadie?. Lo único que quiere es volver a su celda para seguir soñando con la libertad y la justicia. Dentro de los muros de la cárcel se siente protegido, porque el mal está fuera.

Para la libertad, de Miguel Hernández.

Para la libertad, sangro, lucho, pervivo. 
Para la libertad, mis ojos y mis manos 
como un árbol carnal, generoso y cautivo, 
doy a los cirujanos. 
Para la libertad siento más corazones 
que arenas en mi pecho: dan espumas 
mis venas, 
y entro en los hospitales, y entro en 
los algodones 
como en las azucenas. 

Porque donde unas cuencas vacías 
amanezcan 
ella pondrá dos piedras de futura mirada 
y hará que nuevos brazos y nuevas 
piernas crezcan 
en la carne talada. 

Retoñarán aladas de savia sin otoño 
reliquias de mi cuerpo que pierdo en 
cada herida. 
Porque soy como el árbol talado, 
que retoño: 
y aún tengo la vida.



                                                                                


viernes, 6 de febrero de 2015

Yo sí creo que es importante.

El otro día leí algo sobre la tristeza y el pensamiento positivo. Resumiendo, decía que cuando la tristeza aparece es porque hay un duelo por el que hay que pasar y, durante ese proceso, el pensamiento positivo no tiene nada que hacer. Hay que dejar espacio a la tristeza para que haga su trabajo de aceptación de la pérdida. También decía que el pensamiento positivo es una moda o tendencia que sólo sirve para mejorar la "felicidad".
En mí, parece que ese duelo no tiene fin y que la tristeza ha ocupado mi casa y no hay manera de que salga de ella. También es cierto que no estoy segura de cuáles son las pérdidas que provocan mi duelo. Son tantas, en tan poco tiempo, que parece se hayan aliado formando una rueda que va dando vueltas y que nunca se acaba. Cuando creo que he salido de una, detrás viene otra. No me da tiempo a recuperarme. En este proceso interminable, voy descubriendo mis carencias e incapacidades y como he sobrevivido por encima de mis posibilidades inventándome a una persona "normal",  no queriendo ver ni aceptar mi falta de las habilidades psicológicas y sociales necesarias para relacionarme con mi entorno y conmigo misma. Por lo que, este proceso me convierte en una persona, tremendamente, vulnerable.
En este momento, convivo con una desconocida que me hace sentir insegura, mucho miedo, que ha bajado mi autoestima a bajo cero y que ha destruido todo aquello que tenía y en lo que confiaba, aunque fuera mentira. Al mismo tiempo, pienso que el duelo por el que estoy pasando no tiene sentido, ya que lo que he perdido nunca lo he tenido. En una canción oí que lo que se echa de menos en una pérdida es el vacío que deja en nuestras vidas. Y yo me pregunto: Cómo puedo echar de menos al vacío de una mentira?. Otras veces, pienso que no es un duelo lo que estoy pasando, sino todo aquello que tenía que haber pasado hace 53 años, teniendo que regresar a aquel tiempo recordando y trayéndolo a mi presente. Imagino que, por entonces, mi madre, por mi bien y el de mi familia, hizo que olvidara y pareciera que no había pasado nada, borrándolo de mi memoria y poniendo en su lugar una mentira. Mi mente, mi cuerpo y mis sentimientos no pueden o no saben la manera de encajar todo ésto y la verdad. Ya no está mi madre para volver a hacerme olvidar y a las personas cercanas a mí, o no les interesa o no les parece importante. Ya ni recuerdo la última vez que hablé sobre mi abuso, sólo lo escribo en mi cuaderno porque siempre está presente en mis pensamientos y emociones. Me he aislado, no por miedo a la gente o al daño que me puedan hacer, sino por vergüenza a que, en un momento de cercanía con alguien, pueda hablar. Lo curioso, es que estoy haciendo lo mismo que hizo mi madre, mentir. La diferencia que hay entre antes y ahora, es el recuerdo y que no puedo olvidar. En algún sitio leí que lo contrario del olvido no es la memoria, sino la verdad. Por eso, al recordarla, no puedo olvidar, ya no.
Hoy, hablaba con una amiga, también superviviente, y me decía:
- Nada. Yo me rindo. A nadie le importa lo que pasó, quizás porque no es tan importante.
Le respondí:
- Pues igual llevas razón. Aunque yo sí creo que es importante.



viernes, 30 de enero de 2015

No sé.

Cada vez que digo la verdad, alguien se aleja de mí, se va. Muchas veces decir la verdad te trae la soledad. La verdad sorprende tanto que asusta, por lo que es rechazada y no creíble. Las mentiras piadosas o el silencio gustan más y son aceptadas porque no molestan, Pero existen personas que queremos vivir en la verdad, incluso, la buscamos, y el precio que pagamos por ello es el aislamiento y la oscuridad social. Menos mal que la verdad tiene su propia luz, aunque no sea vista por otras personas.

Sigo sin encontrar mi lugar y sin encajar en esta realidad de mentiras piadosas y llena de silencios que no perturben ni molesten. A veces, pienso que la verdad me ha llegado muy tarde y acompañada de demasiadas pérdidas y no sé qué hacer con ella. El sólo hecho de recordar me trae la injusticia y la impotencia de no poder hacer nada. Es cierto que hay que aceptar, pero me cuesta asumir. Es como si tuviera que integrar algo dentro de mí que no me corresponde ni he elegido, aunque haya sucedido.

"Tengo tanta pena en la mirada que si lloro al viento nace el mar". Carlos Chaouen.


miércoles, 14 de enero de 2015

Los sonidos del silencio.

No sé el porqué, pero al publicar estas entradas en el blog, siento como un alivio. Imagino que al escribirlas y tener un medio donde hacerlas públicas, es como ir rompiendo el silencio  e ir recordando el olvido que me ha callado, esta parte de mi vida, durante tanto tiempo. Si lo escribo, y lo dejo en mi cuaderno, me ayuda a ir recuperando mi memoria, pero, en silencio, se sigue ocultando y guardando. Aunque no se crea, publicar estas entradas no sólo son un acto de generosidad, sino también de valentía. No sé cuántas veces he querido borrar alguna que otra entrada, sobre todo, cuando he vuelto a leer determinados escritos  y he observado muchos errores ortográficos y de expresión y, con mucha fuerza de voluntad, no los he corregido ni borrado, porque sólo así podré ver y seguir mi evolución. Gracias!

Maravillosa canción, verdad?. Los sonidos del silencio, por ejemplo, este blog :)

En este vídeo se lee mejor :)

lunes, 12 de enero de 2015

Un boli y un cuaderno.

Mi afición e interés por escribir existe desde hace mucho tiempo. Pero cuando realmente me lo tomé más en serio, provocado por una necesidad, fue el 17 de Abril de 2011. Ese día comenzó esta andadura en mi búsqueda interior. Era domingo de ramos y escribí una carta, como desahogo y huída, para así callar mi indignación e impotencia de no poder solucionar una situación muy dolorosa que me estaba pasando en ese momento. Mi intuición me estaba diciendo algo que no quería ni oír ni saber, por lo que utilizó un boli y un cuaderno para gritármelo. Fue una carta de reafirmación en lo que sentía y en donde no pedía perdón, sino reconocimiento y atención. En ella expresé mis sospechas de lo que, algunos meses después, se confirmó. Mi intuición sabía que esa persona, a la que iba dirigida la carta, que nunca le mandé, estaba abusando de mi confianza, exponiéndo, con "sorna" y ridiculizando, a esa niña que hay en mí, burlándose de ella y utilizando unos códigos, para comunicarse conmigo, que desconocía perdiéndome en ellos. Le decía que salí corriendo porque tenía miedo de su poder y de la inseguridad que sentía a su lado; que salí corriendo porque no quería oír lo que sabía me iba a decir. Le decía que no sé mentir y tenía que calmar mi enfado. Por eso me fui y por eso empecé a escribir. Y oculto tras ese enfado, mi boli y mi cuaderno encontraron un dolor enterrado, sepultado y olvidado durante más de 50 años. Un suceso doloroso presente destapó y sacó un suceso doloroso pasado, igual que un clavo saca a otro clavo o una mancha de mora con otra mora se quita. Siempre supe que algo en mí no encajaba ni tenía sentido. Por eso, me he venido a vivir en mi pasado, porque todo lo que he vivido hasta ahora, sí que ha sido inventado sobre una mentira, incluyendo mi relación con la persona a la que escribí esa carta. Desde que empecé a escribir ese 17 de Abril, empecé a tener memoria. Antes, escribía sin orden, sin objetivos y casi todo está perdido, olvidado. Ahora, o desde ese día, ordeno numéricamente mis cuadernos, ya son siete, y pongo las fechas en cada escrito. Esto me ayuda a recordar y a ir construyendo mi memoria. Muchas veces pienso que no sé qué es peor, si recordar el abuso o haberlo olvidado. Todo lo que hago, pienso o digo está condicionado por mi constante deseo de recuperar mi memoria y recordar. Ando y ando hacia atrás pasando una y otra vez por lo vivido por si algo se me ha escapado o encuentro otra señal. Mientras tanto, mi vida sigue, pero ya nada es igual.

viernes, 9 de enero de 2015

Las Palabras.

La última entrada que he escrito, el balcón natural, acaba con tres palabras (inventar, imaginar e intuir) que, después de escribirlas, me llevaron a una reflexión, estudio, investigación o tratado sobre las mismas. Es un poco largo con respecto a las demás, pero aclarador e instructivo. Al mismo tiempo que lo iba elaborando, iba descubriendo y aprendiendo. La entrada se llama Las Palabras y esta es mi forma de verlas y entenderlas.
He buscado el significado de determinadas palabras para conocer y saber, un poco más, de lo que me quiero decir. Curiosamente, todas empiezan por la letra i, la tercera vocal y el lugar que ocupaba entre mis tres hermanos. La primera en buscar ha sido la de intuir.
- La intuición es un conocimiento directo e inmediato, sin intervención de la educación o del razonamiento, siendo considerado como evidente. La intuición está asociada a los sentimientos y no tiene necesidad de tener alguna base en la adquisición del conocimiento. La intuición nos ayuda a tomar decisiones basadas en los sentimientos y no en lo que vemos. Con la intuición podemos conocer distintas cosas que existen en el universo antes de que algo o alguien nos explique que eso existe. El instinto es una conducta innata y no aprendida que se transmite genéticamente entre los seres vivos de la misma especie. Es un impulso natural e interior que provoca una acción o un sentimiento sin que se tenga conciencia de la razón a la que obedece. No sigue un camino racional para su construcción y formación, por lo que no puede explicarse ni verbalizarse. Las personas relacionan ese conocimiento o información con experiencias previas y es incapaz de explicar por qué llega a una determinada conclusión o decisión. La intuición suele presentarse con reacciones emotivas y repentinas ante determinados sucesos, percepciones o sensaciones.

Sobre la palabra imaginación he encontrado lo siguiente:
- La imaginación es un proceso superior que permite al individuo manipular información generada en nuestro interior, con el fin de crear una representación percibida por los sentidos de la mente. La información se ha formado dentro del organismo en ausencia de estímulos del ambiente. La imaginación no necesita de un objeto presente en la realidad, ella se sirve de la memoria para manipular la información. La imaginación transforma la realidad utilizando los mecanismos de los sentidos de la mente que les permite ver un objeto que se había visualizado previamente pero que ya nos se encuentra presente en el ambiente. La imaginación está asociada a la creatividad y nos ayuda a visualizar un proyecto o propuesta. La imaginación traspasa la realidad y nos introduce en un mundo irreal de sueños y fantasías, llevando a la mente más allá de lo común y rutinario. Poder imaginar es poder luchar para lograr metas y objetivos a través de nuestros sueños.

Y de la palabra inventar esto es lo que he conseguido:
-Inventar es crear o diseñar una cosa nueva o no conocida. Crear una historia o una excusa que no es verdadera para engañar a alguien: "no tiene credibilidad porque siempre anda inventando historias".
Inventar es sinónimo de imaginar, crear, idear, ingeniar...Inventar proviene del latín "invenire", "encontrar". Un invento es un objeto, proceso o técnica que posee características novedosas y transformadoras y que pueden ampliar los límites del conocimiento humano.

Buscando el significado de estas tres palabras me han llamado la atención algunas más, también relacionadas y que también empiezan por i: ilusión, inspiración, investigar o indagar, introspección e itinerario.
-Ilusión es el término que se refiere a una percepción o interpretación errónea de un estímulo externo real. Por ejemplo, ver un animal donde sólo hay vegetación. La ilusión se trata de un concepto o una imagen que surge por la imaginación a través de un engaño de los sentidos, pero no tiene verdadera realidad. La ilusión hace referencia a la sensación que una persona puede tener de que algo no es como verdaderamente es. Viene del latín illudare, que significa "burlarse de". De ahí que la ilusión sea una forma burlesca o alterada de lo que se observa o percibe verdaderamente. La ilusión también puede ser esperanzas o deseos que una persona puede tener respecto de algo, en cuyo caso, el término cobra un sentido más positivo y no tanto de confusión.
-La inspiración, en la composición artística, se asocia a un brote de creatividad. Literalmente, la palabra significa "recibir el aliento", impulso, estímulo creador, especialmente, en las artes. Ilustración sobrenatural comunicada al ser humano a través de las musas, diosas de la inspiración.
-Investigar es estudiar, indagar, ahondar, bucear, jugar o remover a fondo una determinada materia para lograr nuevos conocimientos o para solucionar conflictos. Cualquier tipo de investigación constituirá un  proceso compuesto de diversas partes, que son las que permitirán alcanzar el plan propuesto. El cual será sistemático y organizado con el que iremos obteniendo la información necesaria que nos proveerá de nuevos conocimientos que se sumarán a los que ya están presentes. Investigar nos permite dar cuenta de aquellas averiguaciones que alguien realiza con la misión de revelar una situación que se desconoce o aquello que se sospecha o sucede, pero de lo cual aún no se tiene la confirmación concreta. Entre los varios sinónimos que posee la palabra, uno de los que más se emplean en su lugar es el de averiguar, término que refiere una incansable acción de búsqueda hasta el preciso momento de hallar la verdad requerida o los resultados que se están buscando. La palabra investigar viene del latín investigare, la cual deriva de vestigium que significa en "pos de la huella", es decir, "ir en busca de una pista". La palabra vestigio también nos llega de vestigium. Es una señal o indicación de una pista. Aparte de significar "huella" puede significar "ruínas", como en la frase "los vestigios de Babilonia" y de ahí también puede significar "el principio de la verdad". Entonces, cuando alguien está investigando, está "revisando huellas para encontrar la verdad".
-Introspección, percepción interna. Tiene como fundamento la capacidad reflexiva que la mente posee de referirse o ser consciente de forma inmediata de sus propios estados. Es un proceso mental por el que la persona mira hacia su interior y es capaz de analizar sus propias experiencias, es decir, realiza una autoobservación sobre sus procesos de conciencia y tiene la peculiar característica de ser subjetivo, al tratarse de un tema que tiene que ver con el si mismo. También posee cierto rango de desdoblamiento, ya que nos tomamos a nosotros mismos como sujetos de análisis, además del papel de quien observa o investiga. La práctica de la introspección comienza por el acto de prestarse atención, de escucharse. Conectando cualquier situación que se nos presente con lo que sentimos.
-Itinerario. Descripción  de una ruta, camino o recorrido. Del latín itinerarius, un itinerario es la dirección o descripción de un camino o recorrido que incluye mencionar a los lugares, paradas y accidentes que puedan encontrarse a lo largo de él. El itinerario es, por otra parte, la ruta que se sigue para llegar a un lugar o destino. También se refiere a la descripción de un trayecto que se sigue para llegar. Además de este concepto, en la carrera de orientación, se considera que al individuo se le debe brindar orientación para evitar y reducir costos en la hora de trasladarse de un lugar a otro, por lo que es importante en la toma de decisiones del individuo.

He observado que estas palabras y lo que significan, son  común a todas las personas. Desde la intuición, la más primaria y unida a nuestros sentidos naturales, a la imaginación como proceso superior y unida a los sentidos de la mente. Pero ambas, junto a las demás, surgen desde dentro hacia el exterior. Todas tienen la capacidad de transformar una realidad y nos ayudan a tomar decisiones y a llegar a conclusiones.

Recuerdo que cuando aprendí a leer, para mí, se abrió un universo mágico y extraordinario, lleno de oportunidades que le daba significado a todo lo que veía y sentía. Al conocer el abecedario y las posibilidades de combinación de sus letras, descubrí el arte de poner nombre a todo lo que formaba parte del pequeño mundo que me rodeaba. Dicen que poner nombre a las cosas les resta poder. Aprender a leer fue como crecer, dar un paso más en comprender todo aquello que sabía pero que no podía expresar, aunque supiera hablar y repetir lo que oía. Más tarde, al ir al instituto, conocí el diccionario, libro mágico y sorprendente. En él podía buscar todo lo que quisiera y se convirtió en mi almacén de palabras y mi memoria. Quería saberlo todo sobre ellas, que me ilustraran y me guiaran para encontrar lo que en ese momento no sabía que buscaba. Por aquel entonces, no tenía conciencia de lo que provocaba mi interés por las palabras. Era como un juego que me permitía bailar con las letras en mi imaginación formando e inventando palabras que dieran sentido a lo que sentía y me decía mi intuición. Tenía la ilusión y la esperanza de que las letras y las palabras me sacaran de allí. De que ellas fueran las que me orientaran en el camino o trayecto de cada etapa de mi vida. Las palabras fueron y son mi inspiración en "pos de la huella" que dejaron las ruinas. El vestigio o señal que mi intuición captó como un impulso natural e innato, pero evidente. Fueron las que me permitieron y permiten dar cuenta de aquellas averiguaciones que realizo con la misión de revelar aquello que sospecho y ha sucedido. Las palabras son mi itinerario en la investigación de la verdad revisando sus huellas para encontrarla.
Cuando mi madre me decía que todo lo inventaba como fruto de mi imaginación, era ella la que se engañaba, ya que con esa edad, aún, no sabía leer ni  tenía conocimiento del abecedario ni de sus posibilidades de combinación, todavía no podía imaginar. No tenía los recursos ni había adquirido los conocimientos suficientes para saber manipular una información, ni siquiera memoria que pudiera utilizar para ello. Respecto a inventar, sí que lo hice, cuando aprendí a leer. La invención, de forma inconsciente y para sobrevivir, la utilicé para ocultar la verdad e imaginarme una "familia feliz" inventándome a mí misma.
La introspección es una palabra nueva, relativamente, para mí en este momento, pero que le pone nombre al proceso e itinerario que estoy viviendo y siguiendo actualmente. Investigo e indago mi interior haciendo uso de la capacidad reflexiva que mi mente posee, analizando mis propias experiencias mediante la autoobservación, eso es lo que hago, creo. Sí conocía el autoconocimiento, pero ahora sé que la introspección es el proceso que te lleva a él.
La primera palabra que usé y me creí en este camino de poner nombre a lo que sentía, fue la intuición, por lo que significa. Con ella me identificaba, me identifico y, además, le resta poder a la imaginación y a la invención dando paso a la certeza y al motivo de mi investigación interior. La ilusión  me ha hecho regresar al origen con la esperanza de recuperar mi alegría y de encontrar mi razón de ser, el sentido de mi vida.
Las palabras te proporcionan los argumentos necesarios y te orientan en la ruta a seguir para descubrir y defender la verdad o, al menos, la tuya. Las palabras son las herramientas usadas en ese viaje hacia el interior. Sin la magia de las palabras y sus significados, nada tendría sentido. Si las conoces y aprendes a utilizarlas, ellas pueden ser el timón que dirige tu vida.
No obstante, tengo que decir que, aunque las palabras son un medio para expresar pensamientos y sentimientos a través de una capacidad llamada lenguaje, no es el único. Existe todo un universo y sistema de símbolos y señales que sustituyen a las palabras y que permiten componer y comprender un mensaje, no sólo hay un lenguaje para poder comunicar lo que pensamos y sentimos, por ejemplo: la música, las canciones, la pintura, escribir, cocinar, la fotografía, el lenguaje de signos......Cuantos más lenguajes usemos y aprendamos, más se afianzará nuestro conocimiento y mejor llegará el mensaje que queremos comunicar y compartir.

jueves, 8 de enero de 2015

Un balcón natural.

Seis de Enero de 2015, día de Reyes y de la Ilusión.

Ayer, volví a dar un paseo por el pueblo. Lo voy conociendo poco a poco e intentando recordar. No es muy grande, pero no tengo prisa y quiero ir descubriendo cada lugar. Está situado en una pequeña colina, por lo que sus calles suben y bajan. Para lo pequeño que es, tiene muchas iglesias y hermandades rocieras, es un pueblo muy creyente y devoto del rocío. Por sus calles lo mismo van los coches, los perros, los caballos y las personas. No hay semáforos, pero sí muchos pasos de cebra. Tres supermercados, un chino y dos ferreterías. Muchas fruterías, pescaderías y, sobre todo, pastelerías. Es un pueblo aferrado a costumbres y tradiciones, muy limpio y cuidado. Hay algo en él que me ha llamado la atención, su gente. No son ni muy curiosas ni hacen caso a lo que les viene de fuera. No diría que son poco acogedoras, igual es que son muy respetuosas. En donde vivo, pueden pasar días en que no nos veamos unas personas con otras. Es un pueblo muy de estar en casa, protegiendo todo lo que ocurre dentro. Tiene guardia civil, policía local, un enorme colegio y un instituto, ayuntamiento y una casa de la cultura preciosa, pero que siempre está cerrada. Antes he dicho que estaba situado sobre una colina y, pensándolo bien, se asemeja a una especie de balcón que si te asomas a él, ves el corredor verde, el río Guadiamar, mi casa y la Estación. Ayer lo descubrí, y al verlo, después de más de 50 años, en mi cabeza empezaron a aflorar y a moverse las piezas del puzzle queriendo encajar. Yo estaba asomada al balcón y sentía como si hubiera vuelto de otro mundo y lo que veía abajo fuera el que un día dejé. Un mundo más pequeño, pero más real, auténtico y verdadero. Aún existía y seguía en pie, como esperando mi vuelta y lo pudiera reconocer. Mi casa estaba allí, tapiada y cerrada, como la gente de este pueblo, a un kilómetro de él y a medio de La Estación. ni muy aislada ni muy cercana, a la distancia justa y en el lugar adecuado para que ocurriera. También me llamó la atención que yo recordaba dos palmeras delante de mi casa- en este pueblo hay muchas- y son cuatro. Dos de ellas quemadas y las otras dos resistiendo. No quería irme de ese balcón, para así seguir observando lo que, en otro tiempo, fué mi vida. Era como si quisiera volver a vivir allí para empezar de nuevo, dándome una segunda oportunidad. Siento como que estar cerca de este lugar fuera lo que tengo que hacer. De lo que no estoy segura, es de si sólo es para observar o para intervenir por si hay algún misterio que resolver. Asomada a ese balcón natural, pensé que cuando yo vivía allí se me podía observar desde arriba, pero si yo alzaba la vista queriendo ver el pueblo, lo único que veía eran las cuatro palmeras de delante de mi casa. Mirando ese paisaje tan singular y familiar, me provocó un deseo intenso de mudarme aún más cerca de él. Me imaginaba en una casa con esas vistas y así mis ojos siempre lo podrían ver. No sé el porqué, pero es como un imán colocado en mis recuerdos, de ese tiempo, y me dice: ven, acércate. Unas veces voy corriendo y otras me paro y observo desde arriba. Si sé que es algo que yo conozco y he vivido, pero cuánto más me acerco, tengo la intuición de quedarme atrapada en él. Por otro lado, recuerdo cuando mi madre me decía que todo me lo inventaba-nunca me llamó mentirosa- como fruto de mi imaginación. Aunque yo sabía y tenía la certeza, que era fruto de mi intuición.

Fotos de este pueblo.



El lado que no se ve en esta foto es el balcón :)








Las vistas desde el balcón natural.

lunes, 5 de enero de 2015

El número tres.

Escrito el 2 de Enero de 2014.

Nunca me gustaron los número tres. Antes, no sabía el porqué. Ahora, ya lo sé. Se fué el 13 y con él el se irá el 3 de Enero, no importa de qué año. Aunque el 3 simbolice la edad de la gracia y el pataleo; la del descubrimiento del mundo y, según la numerología, la inteligencia y el cierre de un ciclo. Y aunque el 3 sea el lugar que ocupo entre mis hermanos que, a su vez, fueron 3. Tres las personas a las que perdí y a las que echo mucho de menos. Tres las amigas que he tenido. Tres las parejas con las que he compartido. Tres las responsabilidades que he asumido. Un tres de Enero, cuando tenía 3 años, descubrí que los Reyes Magos no existían, eran los padres. Y, el mismo día aprendí, que ni de los reyes ni de los padres te puedes fiar, porque el abuso del poder sobre la infancia, la confianza y la ingenuidad, te lo pueden traer. Por todo esto y mucho más, no me gusta el número 3!.


Me he reído con esta canción :)

sábado, 3 de enero de 2015

Dictadura emocional.

Cuando leo lo que escribo, siento como si no hubiera sido yo quien lo ha hecho. Mis pensamientos van por un lado y mis adicciones a determinadas emociones, por otro. Esa adicción interfiere, nubla y distorsiona lo que pienso. Esas adicciones son los hábitos superficiales que nos adiestran y marcan  para el deber ser. Nuestro cerebro no recuerda, sólo registra y almacena imágenes. Son nuestros sentidos los que captan, desde fuera, aquellos estímulos externos que elegimos. Y nuestras emociones pulsan la tecla para que el cerebro muestre la imagen correspondiente. Si no existe, la registra como una información nueva. Las sensaciones son externas y producidas por los sentidos. Las emociones se asocian a las imágenes registradas, pero los sentidos no tienen porqué. Ellos captan estímulos externos y las emociones seleccionan lo registrado en el cerebro. Cuando las emociones se adiccionan a determinados estímulos, siempre los van a escoger, formando, de esa manera, nuestra realidad. Las emociones son las que tienen el poder, las que mandan. Eligen el estímulo que quieren y ordenan al cerebro a mostrar la imagen holográfica correspondiente. Sólo el sexto sentido, la espiritualidad, rompe esa dictadura emocional. Es el sentido común, el que nos conecta con todo. Es ese tercer ojo que traspasará la realidad establecida. Somos máquinas perfectas, si aprendemos a usarla y dirigirla, seremos libres. La espiritualidad está conectada con la Naturaleza. La espiritualidad te libera de las adicciones emocionales, ofreciendo infinitas posibilidades. Pensar no es lo que el cerebro hace, almacenar y registrar. Pensar es descubrir, esperar y meditar sobre las experiencias vividas y llevarlas a la consciencia, que es, junto a lo espiritual y natural, nuestro sentido o razón de ser y existir. Sólo tomando conciencia podremos cambiar, abortando la dictadura emocional que nos esclaviza con sus adicciones establecidas por una realidad impuesta y manipuladora, utilizando el castigo y la culpa a nuestras emociones, como hacen algunas religiones. Por lo que hay que abrirse a la experiencia, tomando consciencia de ella sin adicciones, hábitos o creencias.

Nunca se me olvidará cuando fuí a una psicóloga, muy conocida en Sevilla y hasta con un programa de radio y televisión dirigido a mujeres, para confesar el abuso que sufrí siendo una niña. Ella me dijo que veía mucha televisión y que era algo que me había inventado en base a ello. Un buen ejemplo de adicción, hábitos y creencias, por parte de ella, por supuesto.


viernes, 2 de enero de 2015

Frases y reflexiones mías.

Son frases y reflexiones escritas en estos tres últimos años. Hay más, y este blog me ayudará a irlas organizando.

-Las personas que nos emocionamos con facilidad somos tremendamente vulnerables y estamos muy unidas a nuestro mundo infantil, al inconsciente. Nuestros sentimientos nos han salvado de muchas situaciones. Han sido el vehículo para no desconectar de nuestro mundo interior y poder interpretar el que nos rodea. Nuestros sentimientos nos humanizan. Y el afecto, incluso su necesidad, nos ha preparado para el esfuerzo que significa cuidar, ayudar y procurar el bienestar de otras personas.
Es mío, eh? .

-Bueno, yo me voy a dormir pensando en quién inventó o pronunció la palabra libertad. Cada día la entiendo menos. Será que en ella existe la utopía. Para conseguir la libertad hay que sufrir y sentir mucho dolor, por qué???. Pierdes sin saber si algo consigues aceptando esas pérdidas. Cada día confío menos en esa palabra, casi la veo como una trampa. Libertad, bella palabra y triste destino para quien lucha por conseguirla. He dicho y no tengo más que decir.

-Si quieres ser libre, primero protégete y luego actúa. Si no usas ese orden corres un gran peligro. Incluso en la libertad existe desigualdad.

-Qué es mentira y qué es verdad?. Hablan de mi verdad y eso hace que la verdad de otra persona sea mentira. Tu palabra contra la mía. Hablan de pruebas, pero pueden ser manipuladas y convertirlas en mentiras. La verdad duele y la mentira hace daño. La verdad se oculta tras la mentira?. La verdad es lo real, la mentira es la fantasía o el deseo de lo que nos gustaría que sea la verdad. La verdad, cuando no la aceptamos, nos defendemos de ella argumentando mentiras, construyendo y razonando nuestros deseos. La verdad es y la mentira lo que deseamos que sea.

-Qué es escribir?, Qué significa?, Por qué escribimos?. Para mí, escribir es un acto de valentía. Las palabras se las lleva el viento, no dejan constancia. Escribir es como un espejo donde te miras. Escribir es un legado, una herencia que dejas. Escribir es una responsabilidad, si has firmado con tu nombre, hay que asumir las consecuencias. Escribir es hacer ejercicio de tu libertad de expresión.Escribir significa que deseas y quieres salir de la oscuridad, compartiendo lo que sientes e interpretas de tu realidad. Escribir es desnudarte y exponerte ante la opinión de las demás personas. 
Escribir se hace por necesidad. Escribir te libera porque lo escrito siempre queda y no hay manera de echarse atrás. La escritura representan a las palabras, dicen lo mismo, pero algo más organizadas y pensadas. No hay tanta espontaneidad. Pero si las escribes, quedan selladas.
Escribir, para mí, es un mundo interior por descubrir. Las palabras el vehículo que me acerca y me invita a seguir.
Seguiré escribiendo :)

-Estoy pensando en que hay momentos en la vida en los que no hay que hacer nada. Es como cuando hay avispas a tu alrededor y sólo si te quedas quieta, puede que no te piquen.

-Soy una persona habladora y comunicativa, por excelencia. Alguien me dijo una vez “ me gustas cuando hablas”. Me sentí grande y agradecida, era como brillar sin luz.
Necesito compartir, debatir y expresar, a través de las palabras, mi sentir y mi pensar. Pero, últimamente, me da miedo hacerlo. Antes gustaba y ahora soy cuestionada. Pero, aún así, soy quien soy, con mis defectos y mis virtudes. Prometo mejorar, pero no dejar de hablar.
Las palabras son como el mar, unas veces está calmada, otras revuelta y, de vez en cuando, arrasa. Siempre hay una causa. Cada estado responde a su propia naturaleza. Eso sí, te gusta el mar o no.

-Qué es mentira y qué es verdad?. Hablan de mi verdad y eso hace que la verdad de otra persona sea mentira. Tu palabra contra la mía. Hablan de pruebas, pero pueden ser manipuladas y convertirlas en mentiras. La verdad duele y la mentira hace daño. La verdad se oculta tras la mentira?. La verdad es lo real, la mentira es la fantasía o el deseo de lo que nos gustaría que sea la verdad. La verdad, cuando no la aceptamos, nos defendemos de ella argumentando mentiras, construyendo y razonando nuestros deseos. La verdad es y la mentira lo que deseamos que sea.

-Recuerdo, cuando mi padre, al jubilarse, quiso abandonar a mi madre en nombre de su libertad. Se lo comunicó a mis hermanos, no tuvo el valor de decírmelo a mí. Cuando lo supe, lo busqué y me enfrenté a él y le dije: Si eres capaz o te atreves a dejar a mi madre en nombre de tu libertad, no habrá cielo que te cobije, ni piedra que te oculte porque te encontraré y te diré la verdad. Voy a ir a por tí. No la dejó y mi madre nunca se enteró. Curiosa mi actitud, pienso ahora, porque siempre deseé que mi padre se fuera y nos dejara en paz, pero así no. El abandono nunca está justificado, jamás. La verdad siempre supera a la mentira.

-Tengo sueños que más que sueños son recuerdos. La memoria tiene caminos sorprendentes, que te llevan a lugares ya conocidos que guardamos en el olvido.

-A veces tengo la sensación de que no soy yo la que escribe. Es como si dentro de mí existiera una Maestra Sabia que usa mi cuaderno y mi boli para comunicaros lo que sabe, también a mí. Intuyo que cuanto más escribo más sé. (20 de Diciembre de 2012).

jueves, 1 de enero de 2015

Vértigo a la Vida.

13 de Enero de 2014. Ya hace un año.

Hoy he sentido vértigo a la vida. Me asomo a ella y me da miedo. Desde hace mucho tiempo sufro de vértigo a las alturas. Vivo mi vida como un precipicio a mis pies y una escalada hacia arriba. Da igual donde yo esté, me dará miedo bajar y me dará miedo subir. Nunca me gustaron las montañas rusas, prefiero las llanuras donde puedo imaginar el horizonte. Me da miedo volar, no quiero retar a la vida. Sólo quiero un terreno llano y liso donde pueda labrar y sembrar a mi medida. Me gusta el mar porque es como una llanura de agua. Abajo, sí hay montañas rusas, pero se puede flotar y nadar que es mejor que volar. Para mí, la vida es eso, flotar y dejarse llevar. Ni subir ni bajar, es elevarse hacia la superficie del mar y quedarse en la orilla o playa donde el agua te ha dejado. Ella será tu tierra prometida y deseada.
Somos agua vertida a la tierra a la que hay que cuidar y mantener. Donde hay agua hay vida. La Verdad no está arriba, está en las profundidades del mar. El agua la protege y poca gente llegará. No existe ni el espacio ni el tiempo. Ni ningún dios nos ve desde arriba. Si algo existe, está abajo y no arriba. Me da menos miedo bajar que subir. Cuando bajo siento que me acerco, si subo, me alejo. Porque cuando queremos guardar o esconder, casi siempre elegimos ocultarlo debajo de algo. Abajo está la Verdad. Para flotar sólo hace falta entrar en el mar y, con tranquilidad y confianza, entregarte a él abriendo los brazo y dejándote llevar buscando tu equilibrio. Si miras hacia arriba estás en esta vida, si miras hacia abajo estás en otra.