lunes, 19 de noviembre de 2012

Legado de Verdades y Mentiras.

Quizá yo no salga de este laberinto con herida de muerte. Quizá esté destinada a morir perdida y enredada. Quizá ya no tenga solución. Todo llegó demasiado tarde. La Verdad vino a mí para darme la mano en el último trecho de mi camino. Quizá mi dolor haya sido el aliento que me ha mantenido viva.
Soy hija del dolor y de la muerte. Moriré con un sueño, el de haber vivido con la sensación de no hacerse justicia. Nos es justo descubrir la verdad al final de tu camino. Sólo queda la sensación de haber vivido una mentira. Y el dolor y la impotencia de no poder hacer nada. Quienes construyeron esa falsedad se han ido, han desaparecido, sin dejar una palabra. Su legado ha sido el más inhumano y cruel: la soledad, el miedo, la inseguridad, el dolor y el llanto.
La verdad no siempre ilumina. La verdad no siempre libera. La verdad puede caerte como una losa que te oprime y encarcela para el resto de tu vida. La verdad debe ser descubierta a tiempo y no pillarte desprevenida. Quizá mi destino sea vivir la condena de quienes mintieron, para que a mi muerte, deje el legado o la herencia de la Verdad, e iluminar otras vidas.
La mentira y la verdad son caras de una misma moneda. No hay mentira sin verdad, ni verdad que no se oculte tras una mentira.
Soy una mujer natural y muy real. Soy una mujer con luces y sombras, mentiras y verdades. Soy una mujer que está más cerca de la verdad que de la mentira y el engaño. Me tiemblan las piernas cuando intuyo que mienten. La gente que miente es mucho más estratega y, quizá, más inteligente que quien dice la verdad.
La verdad no requiere argumentos, la mentira sí. La Verdad sólo tiene un camino, la mentira infinitos. La verdad encuentra, descubre, la mentira se pierde, no tiene objetivos. Es la que te enreda en el ovillo, te confunde y la duda llega a tí. La mentira tiene cara de buena gente y parece que nunca ha roto vaso, plato o grifo. La verdad asusta, da miedo. Es luchadora y pelea con fuerza, rabia y coraje. La mentira es pasiva, indiferente y, aparentemente, sincera.

1 comentario:

  1. "La verdad no siempre libera" y "No hay mentira sin verdad, ni verdad que no se oculte tras una mentira". Me encantan estas frases.

    Con la primera me identifico mucho, desde que empecé este proceso he tenido la impresión de que hablar sólo me ha hecho más daño...

    Por cierto, genial la comparación entre la verdad y la mentira.

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